Palabras de un Wilsonista a Juan Raúl Ferreira
- Tec Facundo O Ordeig

- 12 sept 2018
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Estimado Juan Raúl Ferreira
En principio, debo aclarar que cumpliré con el protocolo, le llamo “estimado” por respeto a su padre, pero déjeme decirle que no siento más que repulsión por un hombre que en su posición, de uno de los herederos del Último Gran Caudillo, de “wilsonista” como Ud. se hace llamar, ha pactado con aquellos que levantaron las armas durante un gobierno democrático, pésimo sin dudas, pero democrático, persiguiendo el ansia de poder, consiguiendo que las medidas prontas de seguridad azotaran con fuerza a nuestro país, pero lamentablemente, no me extraña su decisión puesto que en realidad, durante su vida política, no ha sido más que “el hijo de” y no lo juzgo, dar la talla de un hombre como su padre no es sencillo, y ha sabido hábilmente explotar su imagen, pero ha sido suficiente.
Tiene razón en que Wilson no era la clase de político que lamentablemente abunda en nuestros tiempos, él no recurría al agravio para posicionarse por encima de su rival, su argumentación es digna de estudio, pero sobre todo, de admiración, a lo que si usted piensa que este es el modelo de político que necesita nuestro país, no entiendo por qué ha decidido trabajar junto a José Mujica, quien ha sido uno de los principales referentes al momento de insultar a quienes le cuestionan, increpan, o discrepan, y aunque es un cuestionamiento válido, admitiré que no es necesario, pues es de público conocimiento que tan solo desea el reconomientiendo que en las filas del Partido Nacional no pudo encontrar, pues la máxima capacidad que ha ostentado, y ostentará, es la de ser su hijo, lo que en nuestras filas no es admitido sin que este hecho sea respaldado por argumentos, inteligencia y trabajo duro. Y por las dudas, si piensa que los antepasados hacen a la persona, haré mención a que desciendo de tres grandes hombres. Juan María Pérez, Constituyente de nuestra República, José Ordeig Figueiras, inversor e impulsor de varias causas y emprendimientos nacionales, y Giovanni Berardi, capitán de Giuseppe Garibaldi. ¿Es suficiente para usted?.
Se le puede llamar progresista a su padre, como usted lo ha hecho, y se debe admitir que por definición, podría serlo, pues se mostraba contrario al conservadurismo de la época mientras abogaba por la libertad individual, además, se debe reconocer que en “Nuestro compromiso con usted” se hace presente una inclinación socialista, creo que no es lógico intentar contradecirlo, pues cualquier blanco sabe que el Wilsonismo es el sector de izquierda dentro de nuestro glorioso Partido, pero lo que me hace cuestionarlo, es lo siguiente, ¿cómo puede justificar su incorporación al Frente Amplio, pero sobre todo, al MPP, cuando en ellos el progresismo es tan vacío, que ni siquiera se le puede encontrar? ¿Recuerda al Presidente Vázquez pidiendo auxilio a Bush en caso de una guerra con Argentina? ¿Recuerda al Presidente Mujica intercambiando toneladas de naranjas por cinco reclusos de Guantánamo? ¿Acaso no ve que el gobierno de la izquierda ha vendido nuestra tierra, nuestros recursos a UPM con tal de hacer una segunda planta? ¿Este es el progresismo que su padre defendería? No, y sabe que no lo puede negar.
Usted menciona que nuestro partido es “anti-wilsonista”, menciona “una estela de wilsonismo” dentro del Frente Amplio, por lo que debo preguntarme, su propia hermana, Babina, quien en estos momentos trabaja en el plebiscito con Jorge Larrañaga, ¿acaso repudia los ideales de su padre? ¿en qué se diferencia el wilsonismo de su hermana con el de usted? ¿piensa que el legado de Wilson sólo es posible si usted se hace presente ? ¿Es Ud. un narcisista o acaso es Ud. un machista?.
También es necesario hacer mención a que sus palabras no sólo generaron en mi pensamientos o sentimientos negativos, pues en en un momento, me hizo un gran halago, lo que en realidad no me esperaba, debo decir que agradezco que no se sienta representado por el Partido Nacional, que se sienta frenteamplista, pero sobre todo, que donde se encuentra un frenteamplista, encuentre a un compañero, le agradezco de corazón que no considere a los blancos como sus compañeros, y se lo explicaré con las siguientes palabras de su padre, las cuales, parece no recordar.
“Vean los muchachos nuestros, ¡qué diferentes son de los otros!… ¡Hay sólo dos clases: los que militan en fuerzas que los agrupan bajo el signo de la exasperación y del odio, las que hacen de ellos arrojadores de piedras y que los describen con los puños crispados, y esta otra columna de muchachos nuestros, lindos muchachos y muchachas, alegres, alegres!!! ¡Cómo andan contentos por la vida solamente aquellos que saben que para lograr el destino al final no tienen que recurrir a ningún atajo!”
“Este es un deber absolutamente ineludible. ¡Se es blanco todo el día, se es blanco toda la noche, se es blanco siempre, se es blanco en el trabajo, en la casa, en la esquina, en el bar, en el fútbol, donde sea, se es blanco! ¡Pero además se es, orgullosamente blanco! No es el “soy blanco ¿y qué?”. ¡No, soy blanco arrogante, agresivamente blanco; que nos envidien los otros, que nos envidien los otros…!
Y antes de despedirme, debo decirle que es por esas palabras que me alegro de su incorporación al Frente Amplio, pues ha demostrado que el “wilsonismo” del cual Ud. habla, no es otra que una mentira, que un cruel engaño diseñado para atraer incautos, por el cual, deberá rendirle cuentas a su padre cuando el momento llegue.
Sin otra, me despido.

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