top of page

Pensamientos del Género y la Diversidad

  • Foto del escritor: Tec Facundo O Ordeig
    Tec Facundo O Ordeig
  • 5 oct 2018
  • 3 Min. de lectura

Debido a que me debo a ustedes al momento de escribir, pues, de otra forma esta columna no sería más que un espacio democrático desperdiciado por creer que en el tema que he elegido radica su interés, he optado por realizar mensualmente una encuesta en mi cuenta de Twitter -@Ordeig1- para que ustedes sean quienes elijan la cuestión a tratarse. Espero contar contigo, juntos quizá consigamos que más personas se interesen por una realidad nacional que necesita desesperadamente de argumentos, entendimientos y participación ciudadana.


En esta primera ocasión, como bien dice el título, la opción predilecta ha sido “Género y Diversidad” con un 44% de los votos, lo que no llama mi atención pues dentro de los debates que se han instalado, ésta es la que más polémica despierta y la que más polarización conlleva gracias al trabajo de los lobbies, lo que considero un error por parte de cada uno de ellos, pues no se trata de defender los derechos o defender a las familias, menos aún de ser una feminista radical o ser un machista recalcitrante. Los que impulsan estas campañas deben comprender que los matices existen, que estos son los que consiguen resultados, pues una posición extremista, cualquiera sea, de nada sirve y el mejor ejemplo es el aumento de los femicidios o de la discriminación porque al tratarse de crímenes de odio, se deduce que lo que ha aumentado es el odio, y la razón no es otra que una respuesta al pésimo trabajo de quienes organizan a unos y a otros, lo que he dicho en una nota anterior pero que es necesario recalcar.


En primer lugar la ideología de género debe ser comprendida como lo que es, una serie de obras de carácter filosófico que nacen de los problemas de las distintas comunidades, si bien en este momento se asocian al instante, no necesariamente se encuentran unidas, aunque de esta forma se presente, en gran parte por el trabajo de los actores políticos vinculados a ellos, pero la realidad es que las distintas problemáticas pueden, y son, atendidas desde distintas posiciones, e incluso aunque para muchos sea contradictorio, el feminismo cristiano o el conservadurismo LGBT se encuentra presente en las discusiones, pero por el simple hecho de encontrarse en inferioridad numérica o por no contar con un coordinador político – o varios – no se les presta la debida atención o espacio en los medios. No todo es ideología de género, pero teniendo esta condición es normal que sólo se piense en esta, es lo que constantemente tenemos frente a nuestros ojos, opacando en cierto modo frente a la sociedad a la igualdad de oportunidades, derechos, participación, entre otras con las que sin duda estoy de acuerdo en su sentido esencial pero no en el práctico que han implementado. Se puede catalogar mi posición como “tibia”, cuando la realidad es otra, pero también se puede decir que no quiero “casarme” con una causa, lo que es cierto, no pretendo estar con unos u otros, porque lo que es coherente, lógico o necesario debe ser respaldado, y lo que no, descartado. Quien hace política basada en el rédito atenta contra el mismo pueblo al cual, mezquinamente, intenta agradar.


La comunidad LGBT junto al movimiento feminista han respaldado la tan amada u odiada – dependiendo a quien se le pregunte – “Ley Trans”, y aunque es sabido que no debemos dejarlos de lado al momento de legislar o gobernar, considero que no puede ser aprobada sin antes modificar el artículo 17, el cual permite a un menor de edad acceder a tratamientos hormonales integrales o a la reasignación genital parcial o total mediante un fallo judicial. Un error con el tiempo significa un intento de suicidio, en la adolescencia descubrimos nuestras preferencias, mantenemos relaciones, podemos definirnos dentro de tal o cual orientación, pero con nuestro autoconcepto en constante cambio y con una madurez limitada, no contamos con la capacidad para estar seguros de que no nos arrepentiremos luego de pasar por el bisturí, y sin un profundo conocimiento en lo que a psicología, identidad o expresión de género y sexología refiere, es improbable que un juez distinga entre quien realmente es transexual de quien esta confundido. El Estado debe proteger al más vulnerable, pero quitando este artículo no puedo hacer objeción frente a que se apruebe, al menos no en principio.

Tec. Facundo O. Ordeig

Entradas recientes

Ver todo
Resumen de la gestión capitalina

Debo agradecer a aquellos que participaron de la encuesta realizada en mi cuenta de Twitter – @Ordeig1 – para, como es costumbre desde...

 
 
 
Carta a Fabiana Goyeneche

Estimada Fabiana Es necesario decirle que cumpliré con el debido protocolo al momento de escribir puesto que considero que la política...

 
 
 

Comentarios


  • twitter

©2020 by La Columna de Ordeig. Proudly created with Wix.com

bottom of page